Podemos observar que el reflejo social de nuestro entorno, en el país en el
que cada uno vive, se refleja continuamente en las redes sociales o programas para interactuar como Paltalk.
Durante años desde que internet apareció en nuestros hogares, hemos ido
integrando a nuestras costumbres cotidianas el ordenador y todos sus
complementos, desde la información, hasta las relaciones humanas "in
situ" en tiempo real.
Cuando echamos la vista atrás recordamos en los principios la satisfacción
que sentíamos al entrar en una sala de Chat, la curiosidad...la admiración
hacia personas que no conocíamos e inevitablemente el afecto en nuestras
emociones al encontrar gente que pensaban o sentían como nosotros.
Un espacio de ocio y a veces de descarga a modo de distensión de la vida
cotidiana.
Los que somos antiguos usuarios de este programa, recordamos con cariño las
horas pasadas, donde la risa o el compartir algo era lo primordial, generando
lazos de amistad a la distancia o posibles amores al relacionarnos con otras
personas de diferentes culturas y tradiciones.
Hoy en día... todo eso quedo en parte aparcado a un costado, tal vez por la
presión social mundial en estos momentos, o por cambios generacionales,
todo puede ser.
Pero cuando entras a una sala de chat...en sus diferentes categorías, últimamente
te encuentras con la bandera de "libertad de expresión" y "usted
se hace responsable de los ataques personales".
¿Curioso no? La advertencia es lo primero que lees, después de elegir la
sala por su denominación, la cual no tiene nada que ver con lo que uno se
encuentra al intentar participar.
Las peleas, las acusaciones gratuitas, las humillaciones personales y
el cuestionamiento de las vidas privadas, son el tema principal de estos
espacios.
La discrepancia o el debate ha perdido su sentido y el protagonismo de quien
es más que quien o yo sé más que tu, es la normal participación de las personas
que se encuentran ahí.
El exagerado protagonismo de algunos de los participantes que proclaman en
un mic (micrófono) la autenticidad de sus palabras por el mero hecho de
exponerlas con su voz, la falta de aceptación en la diversidad de opiniones, no
sirve para enriquecer la carencia o la ignorancia de contenidos, sino
para iniciar un rosario de vulgaridad lingüística, practicando la
ignominia reiteradamente contra aquel que osa, discrepar al respecto de un
tema.
La sociedad se ha vuelto agresiva y la violencia es la herramienta más usada
para acallar al otro, cuando no está de acuerdo con el expositor, ya sea
por texto o por micrófono.
Se generan personajes específicos para cada momento, donde imponen su estilo
y su participación.
Todo es cuestionable, la nacionalidad, el tono de voz, el color de piel, la
economía personal etc...
Y esto queda tras el escudo implacable argumentario de "libertad
de expresión".
La crisis mundial o la política internacional son los abanderados de muchas
de las conversaciones, pero quedan a un lado cuando se entra en competición
nacionalista o sistemática según la tendencia libre de cada uno a apoyar una
ideología u otra.
Si estamos usando un medio comunicativo... ¿donde quedaron las bases de comunicación?
Comenzando por el Respeto hacia otra persona que no piensa como nosotros.
¿Donde está la participación libre y sin agresiones? Lo único que impera es la
competición al auge en la lista de Ranking de las Salas.
¿Se es mejor porque hay mayor audiencia? y ¿Cual es la calidad de esa
audiencia? Nicks aparcados en una lista que casi no participan, algunos por
reticencia a ser insultados y otros solo de observadores.
Muchas veces escuchamos o leemos que ciertas Salas son un ejemplo negativo y
nefasto, pero... ¿porque están tan llenas? ¿La morbosidad o el aburrimiento son
el condimento que las alimenta? Y así estaríamos haciéndonos miles de preguntas
que nos llevarían a la misma respuesta: "Reflejo social actual del ser
humano", pero más exagerado en medios como este. Evolución de principios y
valores o involución.
Esto solo es una reflexión personal, cada uno es libre de estar o no de
acuerdo, pero la libertad de expresión empieza por el Respeto, si este se
pierde, nos volvemos esclavos de nuestros actos y palabras.
Ojala algún día se recuperen esos principios y valores que nos inculcaron
nuestros padres y educadores y volvamos a la distendida charla confrontativa a
veces por discrepancias pero respetable por la diferencia enriquecedora de
nuestras individuales personalidades.
Un cordial saludo.